Como todos los marineros los piratas tenían que
llevar muchas provisiones en la bodega del barco ya que sus viajes en alta mar
eran muy largos.
Pescaban peces y tortugas de mar que después se
comían.
Llevaban gallinas para que pusieran
huevos.
El queso duraba mucho tiempo e incluso se lo
comían muy duro. Y cuando estaba tan duro que no podían comérselo con ellos
hacían botones.
La carne la tenían que sazonar para que durara
más tiempo.
También comían una especie de galletas saladas que
hacían con harina, agua y un poco de sal. Estas duraban algún tiempo más, se llenaban de gusanos pero como tenían mucha hambre se las tenían que comer a oscuras o con los ojos cerrados para no ver los gusanos.
Inés nos galletas saladas de piratas, algunos
al principio no querían probarlas pesando que eran galletas de piratas que
tenían gusanos, les tuve que convencer diciéndoles que éstas eran iguales que
las de los piratas pero no tenían gusanos.
Para poder comérnoslas algunos cerraron los
ojos y otros se los tapaban, ¡qué graciosos estaban!
¡Muchísimas gracias Inés por
esta comida tan apetitosa!
A los piratas les gustaba beber agua y ron. El
agua se almacenaba en barriles de madera, esta se corrompía al pasar un tiempo
y podía ser foco de infecciones por lo que los piratas al beberla se ponían
malos.
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