Este primer trimestre vamos a realizar el proyecto "el monstruo de colores" para trabajar las emociones y los colores.
Las emociones son parte de nuestra vida desde que nacemos hasta que partimos.
Es muy importante que los niños aprendan a identificar y gestionar sus emociones, tal y como explica la psicóloga educativa, Clara Aladrén Bueno, “Los niños tienen que aprender a pensar antes de actuar, a controlar su agresividad y su ira, a identificar por ejemplo cuando están tristes o contentos… Y todo esto se consigue educándolos emocionalmente desde pequeños. Solamente así serán más felices y sabrán adaptarse a las diferentes situaciones por las que les irá llevando la vida”.
Expresar las emociones genera cierto bienestar y desahogo, a la vez que posibilita un mejor conocimiento de uno mismo. De allí resulta tan importante que los padres expliquen a los niños el valor de la comunicación para contar qué pasa y cómo se siente.
Por supuesto no es tarea fácil ayudar a los más chicos a desarrollar su inteligencia emocional. Comunicación y empatía serán dos aliados en esta compleja misión. Ahora bien, existe una serie de consejos que puedes considerar si intentas ayudar a tu hijo a comprender sus emociones:
- Entender que las emociones de los niños son importantes. Algo que para el adulto carece de relevancia para el menor puede ser fatal. Entonces, resulta vital ser conscientes no solo de nuestros, sino también de los suyos. Acéptalas, no las niegues ni evites.
- Conviértete en su ejemplo. Los padres se constituyen en modelos de los niños. Así, el chico aprenderá a enfrentar sus emociones a partir de la observación de sus padres. Enfrenta tus emociones adecuadamente.
- Dale palabras a fin de que exprese lo que siente. Es fundamental que el nene pueda poner en palabras sus sentimientos. Enséñale los términos adecuados a sus emociones. Debes lograr que el infante ponga nombre a sus emociones.
- Alienta al niño a hablar de lo que le pasa. Expresar emociones, qué sienten y cómo se encuentran. Coopera para que el niño entre en contacto con lo que lleva dentro suyo.
- Gestionar sus emociones antes de que lo dominen. La idea es dar respuesta a lo que siente el pequeño evitando que esos sentimientos se vayan de control. Precisamente, hablar de las emociones previo al estallido le enseña a enfrentar momentos de crisis.
- Hora de pensar soluciones. Cuando el niño deba afrontar situaciones que generen malestar, permítele reflexionar sobre las posibles soluciones. Deja que exprese sus propias ideas.
- Enseña a identificar diferentes emociones. Crea personajes con diferentes caras (triste, enfadado, contento) para que exterioricen sus sentimientos. De esta manera también podrá asociar determinadas expresiones gestuales y corporales con ciertas emociones.
- Tiempo de preguntar y repreguntar. Consulta en todo momento cómo se siente tu hijo ante las situaciones que va viviendo -buenas o malas-, no simplemente qué es lo que ha acontecido.
- Normaliza las emociones que siente. No juzgues ni critiques, mucho menos minimices lo que le está pasando al pequeño. Con empatía muestra que eso que siente es tan normal como razonable en tanto se ajusta a la situación vivida.
- ¡A jugar se ha dicho! Nada mejor que ayudar a los niños a comprender sus emociones que los juegos. Acercarlos a sus sentimientos mediante variedad de recursos lúdicos con contenidos emocionales para jugar en familia
Os recomiendo que leáis estos tres artículos:
- Ayuda a tu hijo a comprender sus emociones.
- No enseñes a tu hijo a reprimir sus emociones.
- ¿Por qué descuidamos la educación emocional de nuestros hijos.
En el blog hice otra entrada sobre las emociones que os recomiendo que leáis.
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