Todos los días cuando entrábamos en el aula les preguntaba a mis alumn@s que donde estaba el pollito, me hacía gracia verles mirando por todos los rincones de la clase para ver si lo encontraban.
Un día compré un pollito para tenerlo en el aula y cuidarlo (evidentemente a los niñ@s no les dije que lo había comprado yo), para ell@s el pollito que un día se encontraron al llegar al aula era el pollito que días atrás había roto el cascarón en nuestra aula. Los papás del pollo Pepe nos habían dejado una carta.
El pollito Pepe comía pienso de arranque, algunos niñ@s pudieron llevárselo a casa. Disfrutamos muchísimo con él.
El día que fuimos a la granja de excursión nos llevamos a Pepe para que pudiera quedarse con su papá, su mamá y sus amiguitos de la granja (había crecido mucho). Nos dio mucha pena despedirnos de él, pero sabemos que donde mejor va a estar va a ser en la granja.
Voy a proponer a los niñ@s mandar una carta a la granja para preguntar por nuestro pollito. Y si pùeden que nos manden alguna foto, nos hará mucha ilusión tener noticias suyas.
El día que fuimos a la granja de excursión nos llevamos a Pepe para que pudiera quedarse con su papá, su mamá y sus amiguitos de la granja (había crecido mucho). Nos dio mucha pena despedirnos de él, pero sabemos que donde mejor va a estar va a ser en la granja.
Voy a proponer a los niñ@s mandar una carta a la granja para preguntar por nuestro pollito. Y si pùeden que nos manden alguna foto, nos hará mucha ilusión tener noticias suyas.
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