También se les conocen como lanzafuegos o escupefuegos. Son artistas del circo que simulan expulsar fuego por la boca. En realidad lo que expulsa es un líquido inflamable que al contacto con el fuego se transforma en una espectacular llamarada. La llama se produce generalmente a un brazo de distancia del escupido realizado por la boca.
El tragafuegos sorbe líquido guardándolo en la boca; después se acerca una antorcha
previamente encendida y a la vez que expele la sustancia inflamable
sobre el fuego se genera la llamarada. Uno de los riesgos de la
actuación se produce cuando el artista acerca la fuente de fuego y
quedan restos de líquido en el exterior de la boca. Por ello, es
imprescindible que se limpie bien con un paño después de cada expulsión.
Lanzar fuego es un número muy espectacular que, por sus pocos
requerimientos, también se representa informalmente en plazas y avenidas
por artistas itinerantes.
Este último vídeo nos lo trajo Melinda. ¡Muchísimas gracias!
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